viernes, 26 de agosto de 2016

Volando libre.

¿Sabes ese momento en que necesitas que alguien te coja de la mano y te diga que está ahí? Pues en ese preciso momento fue cuando comencé a trabajar de masajista erótica. Mi primer masaje me hizo desconectar me olvidé de los problemas reales, me concentré únicamente en la persona que tenía entre mis manos, se paró el tiempo y durante esa hora no pensé en nada, me moví despacio, transmitiendo y sintiendo la calma, disfrutando de la música, de los aromas, del placer de dar placer, solo disfruté. Ahora os cojo a vosotros entre mis manos y siento que me cojen de mi mano, me siento afortunada.
Me siento nerviosa cuando tengo clientes nuevos y orgullosa cuando me visita un cliente habitual. Música sublime.

La pasión no es meramente una fusión sexual.

Les hice descubrir una sexualidad hasta entonces desconocida.



Normas del paraíso, te cuento los límites.

La ducha es obligatoria.
Para aumentar el placer y concentración no se recomienda hablar durante el masaje.
Solo esta permitido tocar glúteos y pechos.
Se interactúa como parte de la coreografía, en los momentos en que yo misma te invitaré a ello.
Si se ofrece dinero por extras o la actitud del cliente es inapropiada lo invitaré amablemente a marcharse.
Se paga al final del masaje tras la ducha.
Juan de borbón, desde las 10:00 hasta las 20:00